se acerca tu piel proponiéndome un pacto, cojo aire y pienso si tal vez, no es mejor marcharse ahora, que todavía quedan puertas abiertas
sin embargo, dejo escapar a mi orgullo y me vuelvo valiente
habla pues, ahora puedo escucharte
tu propones que no volvamos a pelear por el lado de la cama
por tu sitio en el sofá
por la película de el domingo
por el cine de los miércoles
por el café de las 3
por las navidades con tus padres
por el fin de año con los mios
por desordenar mis cajones
por querer poner punto y final
a todo aquello, que nunca tuvo sentido
quieres también que no tache tus días en el calendario
que vuelvan las noches en vela
y madrugadas donde todavía nos pese el día anterior
también pides no discutir por política
por nuestro sitio en la nevera
por el cepillo de dientes
por el color de las cortinas
por montaña o mar
por frió o calor
por querer estar, o por querer marcharse
yo, todavía con el primer suspiro jugeteando en mis pulmones
me doy cuenta de que no quieres alguien que te quiera
si no alguien a quien hacer a tu medida
como un traje donde la modista eres tu
entonces es donde intento recordar en que lugar
pedí enamorarme
y maldigo aunque en silencio
aquella tarde donde, intentando ponerme en orden
te encontré, y te juro que por instante
pensé que serias mi equilibrio
mi balanza
mi reloj en hora
mi para siempre
mi vida entera
y ahora me queda
soltar el aire y decir que yo me marcho y tu te quedas
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